lunes, 1 de abril de 2013

BENDITA INFANCIA

Me crié con dos años con derecho a cocina
y una abuela, postiza, me llevaba a pasear.
Las huertitas de Deusto, mi travieso paisaje,
Felicísimo, santo, mi angelito guardián
y el gato de Angelita, mi gato, ¡solo mío! 
que bufando huía sin mirar ni hacia atrás.

A andar en bicicleta, con mi paso, confuso,
el padrino, orgulloso, se me  puso a enseñar.
Mis coletas corrían, en verde bicicleta,
la vecina, Anacleta, no quería ni mirar,
volvían mis rodillas magulladas, y rojas,
tinte mercurocromo las ponía a consolar.

Mi joya más preciada, Caperucita en cuento,
repitiendo, cual disco, como un canto tribal,
me sabía los puntos, las comas, las mayúsculas,
aunque no conocía, ni siquiera la a.
Bendita infancia en cuento, bendita y albar
mi más preciado premio son  los cuentos, no más.


daniela

2 comentarios:

  1. Sencillamente encantadora.
    Esa bendita niñez donde se es tan feliz y donde todo es una fiesta, ¡Qué pena que dure tan poco!
    Mil besos de poeta a poeta

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    Respuestas
    1. Hola Julia:

      ya veo que tú también disfrutaste de la niñez...Yo personalmente procuro asomarme de vez en cuando a ese balcón y...es tan gratificante sobre todo cuando el recuerdo son buenos, muy buenos momentos. Gracias bss

      Daniela

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